METEORA: EL LÍMITE ENTRE EL CIELO Y LA TIERRA

Desde el Ática, lugar donde habíamos terminado nuestro recorrido en la entrada anterior, hasta Macedonia, en el norte del país, está localizada la Grecia Central. Entre las maravillas naturales de esta región destaca por su belleza la llanura de Tesalia. En ella, el esplendor bizantino del conjunto de monasterios de Meteora ofrece uno de esos raros espectáculos en los que la acción del hombre unida a la de la naturaleza hacen de la mera contemplación una experiencia inolvidable.

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La belleza exuberante de la llanura de Tesalia donde se encuentra Meteora.

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Los monasterios constituyeron un refugio seguro para los monjes debido a su inaccesibilidad.

Meteora significa en castellano “rocas suspendidas”. Su nombre no podría explicar mejor el panorama que ofrece este lugar a la vista de quien se aventura a su encuentro. Las torres naturales de piedra caliza en cuyas cumbres fueron construidos los monasterios cristiano-ortodoxos están situadas en las proximidades de la ciudad de Kalambaka y se elevan al cielo hasta una altura de unos 600 metros como si se alzaran en busca de la divinidad.

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Los monasterios fueron construidos por los propios monjes en las cumbres de estas paredes verticales de roca caliza.

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Las formas caprichosas de estas formaciones rocosas permiten pensar que, en realidad, fueron enviadas desde el cielo como creían sus primeros habitantes.

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Vista de Kastraki, un pequeño pueblo cercano a los monasterios, desde una de las elevaciones rocosas.

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El paisaje en Meteora es un verdadero deleite para los sentidos y el espíritu.

Los primeros monjes que habitaron Meteora en el siglo IX eran ermitaños que vivían en sus cuevas para sentirse así más cerca del Creador. En 1382 el monje Athanásios, del monte Atos, fundó sobre uno de los pináculos el monasterio de Mégalo Metéoro. Luego se construyeron veintitrés monasterios más en la zona. Sin embargo, debido a lo inaccesible de estos emplazamientos la mayoría de ellos eran ya ruinas a finales del siglo XIX. Se desconoce como los ermitaños alcanzaban las cimas de estas rocas de paredes verticales para llevar a cabo las edificaciones. Sin embargo, no es un secreto que la gente y los víveres, una vez construídos los monasterios, subían mediante un inteligente y elaborado mecanismo de torno. No fue hasta principios del siglo pasado que se construyeron escaleras para facilitar el acceso a algunos de los monasterios. No obstante, muchos de ellos fueron totalmente destruidos durante la Segunda Guerra Mundial cuando la resistencia griega los utilizó como refugio. Solamente seis monasterios han llegado hasta nuestros días: Mégalo Metéoro, Rousánou, Varlaám, Agiou Nicolaou, Agia Triada y Agios Stefanos.

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Vista del monasterio Varlaám que debe su nombre al primer ermitaño que vivió en este emplazamiento.

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Una foto más próxima del monasterio Varlaám. Su famoso Katholikón contiene maravillosos frescos de Frágkos Katelános, iconografista de Tebas.

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El pequeño monasterio de Agiou Nikolaou es una de las primeras sorpresas del camino cuando se parte desde Kastraki.

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El monasterio Moní Rousánou, con su impresionante emplazamiento, es uno de los más hermosos del conjunto.

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Rousánou visto desde el monasterio Varlaám. Su iglesia de la Metamorfosis es famosa por sus frescos pintados por los iconografistas de la escuela de Creta en 1560.

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Megálo Metéoro, conocido además como el Gran Meteoro, es también el más alto de todos los monasterios.

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La cueva donde vivió Ahtanásios, cuyo cuerpo está enterrado en la iglesia principal, se encuentra junto a la entrada del monasterio Mégalo Metéoro.

En 1988 el conjunto de Meteora fue designado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En la actualidad, un renacer religioso ha atraído a un gran número de monjes y monjas hacia estos monasterios. Y, desde luego, también a muchos visitantes de todas partes del mundo en busca de su belleza.

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Hermosas vistas como ésta nos aguardan en el camino de regreso a Kalambaka.

Terminamos aquí nuestro recorrido por la mágica Meteora. Espero que hayan disfrutado con las imágenes de estas impresionantes formaciones rocosas unidas tan indisolublemente a sus monasterios.

Nuestra próxima cita tendrá lugar en medio del mar Egeo, en el mismo corazón de las islas Cícladas.

Hasta muy pronto.

 

19 comentarios en “METEORA: EL LÍMITE ENTRE EL CIELO Y LA TIERRA

  1. Merce

    Con esas vistas y esas rocas no es de extrañar que los monjes se sintieran mas cerca del creador… El monasterio Mégalo Metéoro, mi preferido! Y con todas esas subidas y bajadas por esos caminos idilicos necesito otras zapatillas deportivas nuevas para continuar el viaje … Impresionante etapa.

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