Después de un corto silencio, nos encontramos de nuevo aquí, donde detuvimos el recorrido hace algún tiempo. Estamos de nuevo en el archipiélago de las Cícladas, a punto de retomar nuestra exploración del Egeo. En esta ocasión, vamos a visitar dos de las islas más bellas del mundo: Mykonos y Santorini.
MYKONOS
Esta isla es por excelencia la más cosmopolita de Grecia. Mundialmente conocida, Mykonos no deja de encantar a sus incontables visitantes. Y es lógico que así sea. Basta con contemplar su mar de profundo azul, su viejo puerto repleto de barcas multicolores y su ciudadela blanca trepando desde las olas hacia la cima de una colina como si quisiera elevarse hacia el sol, para que todo el conjunto se transforme de inmediato en un pequeño paraíso.
Según la mitología griega, la isla recibe su nombre por el héroe Mykono. Se dice también que fue precisamente en ella donde Hércules mató a los gigantes y que de sus cuerpos petrificados se formaron las rocas de su suelo. Los jónicos llegaron a ella desde Atenas en el siglo IX a.C. y ésta quedó bajo su dominio. Sin embargo, durante mucho tiempo Mykonos ocupó un segundo lugar con respecto al cercano islote de Dilos, que hoy se encuentra inhabitado pero fue un importante centro religioso en la Antigüedad. Sus ruinas, sumamente interesantes y bien preservadas, constituyen una excursión casi obligada para cualquier amante de la Historia que visite las Cícladas. Más tarde, los venecianos dominaron la isla desde 1207 hasta 1537, dejando también su influencia en ella.
Entre las casas blancas de la isla con sus bonitos balcones de madera pintados en diferentes colores destacan las cúpulas rojas y azules de sus innumerables iglesias bizantinas. Vale la pena visitar la Panagia Paraportiani que se encuentra al final del puerto. Está considerada como la muestra más hermosa de la arquitectura cicládica tradicional.
Las callejuelas de Mykonos están animadas a toda hora. Repletas de restaurantes, galerías de arte, bares y discotecas, que destacan tanto por su excelente oferta como por su indiscutible modernidad, dan a la más pintoresca de las islas griegas un toque definitivamente urbano y de buen gusto.
Otro elemento muy importante en el paisaje de Mykonos es la presencia constante de los molinos de viento. Situados siempre sobre pequeñas colinas, éstos pueden ser vistos en muchas ocasiones con sus blancas velas desplegadas por el viento.
Además, coronando su esplendor, Mykonos cuenta con un gran número de hermosas playas. Entre ellas destacan sobre todo: Tourlos, Agios Stefanos, Ornos, Psarou, Platis Gialos y las muy populares entre los jóvenes Paradise y Super Paradise.
Así es de hermosa esta isla, pero no hay descripción, ni siquiera fotográfica, que pueda hacerle justicia. Es uno de esos lugares que, como las obras de arte, nunca es posible explicar del todo. El único modo de comprender su riqueza es haciéndolo aquí, justamente bajo su sol, nadando en una de sus playas o disfrutando de alguno de los muchos encantadores rincones que ofrece este privilegiado universo capaz de estremecer a los propios dioses.
SANTORINI
No cabe ninguna duda de que Santorini es uno de los sitios más espectaculares de toda Grecia. Es imposible olvidar que su belleza sobrenatural y salvaje fue creada por la explosión de un volcán que aún reposa en medio de la bahía como testigo imperecedero del inmenso poder de la naturaleza. Alrededor del mismo, en forma de medialuna, está lo queda de la isla original que desapareció en el mar: una enorme roca de varios colores sobre la cual se levanta ahora todo lo que el hombre ha creado, a partir de entonces, en este lugar tan especial.
Los primeros habitantes de la isla fueron pueblos pre-helenos hacia el año 3000 a.C. El gran impacto de la Civilización Minoica quedó demostrado con las excavaciones de Akrotiri, cuando fue desenterrada de la ceniza volcánica una urbanización completa con casas de dos y tres plantas decoradas con frescos semejantes a los de los palacios de Minos. La isla se llamaba entonces Kalisti, pero en el año 1459 a.C., cuando se produjo la famosa explosión volcánica, gran parte de la misma fue destruida hundiéndose en el fondo del mar. La mayoría de los espléndidos frescos de Akrotiri se encuentran ahora en el Museo Arqueológico Nacional en Atenas.
Aunque la actividad volcánica nunca ha cesado por completo, la isla continuó desarrollándose sin descanso. La una vez llamada Kalisti adquirió posteriormente el nombre de Thira, por llamarse así el líder de los dorios que fueron quienes construyeron la antigua Thira. El nombre Santorini surgió mucho después y viene de Santa Irene, quien es ampliamente venerada entre los isleños.
En las Guerras del Peloponeso Thira fue aliada de Esparta hasta que ésta última fue vencida por Atenas y pasó al dominio de los atenienses. Luego, en 1207, llegaron los venecianos con Marco Sanoudo, quien la entregó al ducado de Naxos. Más tarde, Santorini fue ocupada por los turcos alrededor del año 1570, hasta que pasó a formar parte de Grecia en 1832 como el resto de las Cícladas.
Caminando por las callejuelas de Fira uno se siente a cada paso invitado a detenerse para disfrutar del espectacular paisaje de Santorini en alguno de los muchos bares y restaurantes que nos salen al encuentro. Pero una de las cosas más sorprendentes de esta isla es la misteriosa elegancia de su arquitectura, siempre en perfecta fusión con el entorno. Aquí tenemos la perenne impresión de estar andando por una enorme boutique. El arte y la vida diaria se funden en un estrecho abrazo en todo momento.
Oia es una ciudadela situada en lo más septentrional de la isla que resulta aún más pintoresca que Fira. Tiene un castillo veneciano y un enorme número de casas cuya arquitectura es verdaderamente exquisita. Sus puestas de sol son famosas en todo el mundo. Por tal motivo, decenas de personas acuden aquí a diario, poco antes del atardecer, para disfrutar del espectáculo. Es un sitio muy animado. Está repleto de galerías de arte, tiendas de todo tipo, cafés y buenos restaurantes. Mientras los visitantes esperan la apacible llegada de la noche hay un sinnúmero de artistas y músicos callejeros que entretienen a los presentes.
Estamos llegando al final de nuestra visita virtual a Santorini. Por eso, antes de despedirme, quisiera mencionar que existen varios estudios científicos que sostienen que la isla que se hundió en este mar que ahora nos rodea rebosante de encanto y misterio era la mismísima Atlántida. De modo que, si deciden regresar algún día, no se marchen de aquí sin detenerse antes por unos instantes para mirar alrededor e imaginar lo que debió haber sido esa mítica civilización. Prometo que no les resultará difícil quedar convencidos de que han visitado el emplazamiento de ese mundo perdido.
Decimos adiós a las Cícladas. Y a bordo de ese mismo crucero que se marcha en esta última foto continuaremos nuestro viaje hacia otras islas del Egeo. Una nueva aventura nos espera ahora ante el mar de Creta.
Como siempre, muchas gracias por su visita.
Hasta muy pronto.
Las dos islas son muy bonitas. Estuve en ellas una vez y espero volver algún día. Le agradezco su entrada. Me gustó mucho su texto también.
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Gracias por su comentario, Marcel. Me alegro que le hayan gustado estas islas y también mi entrada. Un saludo.
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Qué alegría, Antonio Ricardo! Le echaba de menos. Ha vuelto usted a escribir acerca de mi país. Es un placer leerlo y disfrutar de sus fotografías. Gracias por su nueva entrada.
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Estimado Demetrius, las gracias son para usted por leer siempre mis entradas y tener la amabilidad de comentar en ellas. Ya sabe lo mucho que me gusta su país. Aún hay muchos lugares de Grecia que me gustaría presentar, así que no deje de visitar mi blog en las próximas semanas. Un caluroso saludo.
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Ha sido un hermoso retorno. Me ha encantado su nueva entrada tan largamente esperada. Felicitaciones por esta preciosidad.
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Muchas gracias por sus palabras, Ana. Me alegra que le haya gustado. Continúe visitando mi blog. Es un placer tener seguidores como usted.
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Espectaculares las vistas y la narrativa ni se diga. El azul del cielo, del mar griego me persigue. Leer este post me transporta y entusiasma. Todavia hay personas que saben compartir lo bello, lo importante.
No dejes de seguir regalándonos tus crónicas querido Antonio, que sabes agradezco.
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Gracias, querida Frida. Me alegra mucho que te haya gustado este post. El mar de Grecia me persigue también, como ya sabes. Únete a este viaje virtual.
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Siempre he querido visitar esas islas. Ahora me siento tan motivada que no puedo esperar. Grazie por su viaje y su fotografía.
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Giorgia, gracias a usted por entrar mi blog y por comentar en él. No se arrepentirá de visitar Mykonos y Santorini. Espero que vuelva por aquí para compartir su experiencia. Saludos.
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Su presentación de Mykonos y Santorini es excelente. Voy a seguir su blog.
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Muchísimas gracias, Ewan.
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Hola Sr. Antonio, leyendo su experiencia, le pido si es posible que me informe como se llega desde el puerto donde atracan los cruceros hasta el mirador para el atardecer en Santorini. Estamos proximos a viajar, y nos dicen que el tramo de subida conviene hacerlo en fonicular y luego llegar hasta el mirador en combis o taxis. Me gustaria saber si existe algun medio de transporte o si se puede hacer ese tramo a pie. Saludos cordiales. Hugo
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Hola, Hugo. Si usted llega a Santorini en un crucero podrá subir a Fira, su capital, en folicular o en mula por la ruta tradicional de 580 escalones. Una vez arriba y después que visite la ciudad, será necesario que tome un autobús o un taxi para llegar a la ciudadela de Ia. No puede hacer ese tramo a pie; está en el noroeste de la isla a doce kilómetros de su puerto de arribo. Le recomiendo el autobús; son muy frecuentes y para tomar un taxi casi siempre hay que someterse a una larga espera. Pero tenga en cuenta que si llega a Santorini en otro tipo de barco que no sea un crucero es muy probable que lo haga a través del puerto de Órmos Athiniós que se encuentra al sur y bastante lejos de Fira por lo que necesitará un medio de transporte también, autobús o taxi. Bueno, le deseo un buen viaje y espero que a su regreso vuelva al blog para contarnos sus impresiones. Saludos.
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